This Week's Story
click aquí para audio¿Como Josias, un rey sin entrenamiento en un pais corrupto, encontrar la sabiduria?
This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.
Con Todo Su Corazon, parte tres
Mi rey murió hoy en la batalla. Tenía treinta y nueve años de edad. Nunca ha habido un rey como rey Josías en la historia del pueblo Judío. Se volvió a Dios con todo su corazón. Josías nació en un país que estaba siendo destruido por la corrupción de su padre. Después que su padre fue matado por sus empleados, Josías fue coronado rey. Él tenía ocho años y por otros ocho años se le vio escasamente. Sólo Dios sabe cómo nuestro país Judá sobrevivió.
Cuando Josías tenía dieciséis años, me convertí en su secretario. Un día me dijo. "He estado cantando canciones del Rey David. David habló con Dios y fue guiado por Él. Quiero conocer a Dios y cómo Él ha trabajado en nuestra historia”.
Durante los próximos cuatro años Josías estuvo en preparación y rodeado de su país en deterioro. Incluso su palacio, tenía ídolos extranjeros en su techo. Estudió historia Judía con el historiador de la corte y con Hilcías, el sumo sacerdote. Copias de las Leyes de Mosaico no estaban disponibles. Josías estaba determinado en ser un rey responsable. Con la ayuda de Dios, estaba convencido de que podía lograrlo.
A los veinte años comenzó a liderar públicamente a Judá. Él no tenía dudas; sabía que debía liderar a su nación para detener la adoración de ídolos extranjeros. Primer mandamiento de Dios para los Judíos fue: "No adorar a otros dioses fuera de mí." El segundo mandamiento fue: "No hacer ídolos de ningún tipo."
Josías dirigió el trabajo de destruir toda la parafernalia relacionada con la adoración de ídolos. Miles de ídolos habían sido colocados en los hogares, en las entradas de la ciudad, y a lo largo de las carreteras. Esos ídolos fueron demolidos. El templo de Dios fue dedicado para que la gente adorara a Dios. Ahora tenía ídolos dentro y fuera, incluso las viviendas dedicadas para la prostitución masculina. Los ídolos y viviendas fueron destruidos. El altar, donde los niños fueron sacrificados en el fuego para complacer a los dioses, ya no existía. El pueblo de Judá fue retado a buscar a Dios.
Cuando Josías tenía veintiséis años, Hilcías, el sumo sacerdote, irrumpió en el palacio y anunció: "¡He encontrado una copia del libro de la ley, que Dios le dio a Moisés! Nunca antes había visto una. Encontré éste en el la tesorería del Templo”.
El rey Josías dijo: "Leérmelo." Hilcías leyó discursos de Moisés, recordando a las personas de su rebelión contra Dios y las consecuencias. Moisés animó a la gente a renovar su promesa de amar a Dios y obedecer sus mandamientos.
Mientras escuchábamos a Hilcías, nos dimos cuenta que no estábamos obedeciendo los mandamientos de Dios. Podríamos esperar el juicio de Dios.
El rey Josías desgarró su ropa y gritó con desesperación. Ordenó a Hilcías, "Ve al templo y ora a Dios. Pídele sobre estas palabras. No hemos estado obedeciéndolas. Pídele por mí y por todo el pueblo de Judá”.
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