This Week's Story

El niño pequéno, Samuel oye la voz de Dios.

This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.

¿Qué es lo que quieres?

“Para mi tener dos esposas no es una buena idea, aunque se permita”. Elcana estaba frustrado mientras llegaba con sus dos esposas al Tabernáculo en Silo.  Ana no tenía niños. Penina se burlaba de Ana; y ella lloraba. “Necesito ayuda con estas dos mujeres.”

Ana se metió al Tabernáculo a orar. ¡Cuanto deseaba un hijo! Le rogaba a Dios, “Si me dejaras tener un hijo, te lo ofrecería para que te sirviera.”

Sus labios se movían y Elí, el gran sacerdote, pensó que ella estaba borracha. “Mujer, porqué vienes al Tabernáculo borracha? tira tu vino.”

“No señor, no estoy borracha. Soy una mujer triste, pidiéndole a Dios que conteste mi oración.”

Elí dijo, “que el Señor te cumpla tu petición.”

El año siguiente se embarazó, tendría un hijo al cual llamaría Samuel. Cuando era un niño pequeño, ella lo llevó al tabernáculo. Ahí el crecería y serviría a Dios.

Una noche Samuel recibió un mensaje importante. “Samuel, Samuel!” La voz era clara y con prisa. Samuel despertó.

Él salió de la cama, y corrió con Elí. “Elí, aquí estoy. Me llamaste?, ¿Qué necesitas?”

“No, Samuel, yo no te llamé. Regresa a tu cama.”

Samuel regresó a su cama, la cuál estaba en el Tabernáculo cerca del Arca de Dios. Una segunda vez lo llamaron, “Samuel, Samuel!” Otra vez se levantó y fué con Elí. “Aquí estoy, ¿qué necesitas?”

“Yo no te llamé, Samuel. Regresa a tu cama.”

Samuel escuchó la voz una tercera vez. Inmediatamente fue con Elí. “Aquí estoy, ¿necesitas algo?”

Entonces Elí comprendió que Dios estaba llamando al niño. Elí le dijo, Acuéstate otra vez, si te llaman, entonces responde, “Sí, Señor, tu siervo te está escuchando.”

Samuel escuchó otra vez la voz, y él contestó, “Sí, tu siervo te está escuchando”.

El Señor le habló a Samuel. ¡Qué raro le parecía a Samuel! En esos días en Israel, los mensajes y visiones de Dios no eran comunes. Esos tiempos no eran buenos en Israel. Las personas hacían lo que decidían que era lo correcto, sin importarles los mandamientos de Dios.

El mensaje de Dios para Samuel fué, “Ya no podrán los hijos de Elí ignorar lo que es correcto. ¡Ha sido suficiente su horrible ejemplo! He sido paciente. Ahora actuaré de acuerdo a sus actos malvados. Le advertí a Elí que el juicio se acerca, contra él y su familia. Aunque Elí es el sacerdote principal en Israel y sus hijos son sacerdotes, ¡ellos son unos canallas! Ellos no ayudan a la gente a que me conozcan. Son egoistas. Tienen aventuras con mujeres. Habrán severas consecuencias.”

Samuel no le dió el mensaje a Elí esa misma noche porque tenía miedo.

La mañana siguiente Elí dijo, “Samuel, ven aquí. ¿Qué te dijo Dios? Dime todo, y que Dios te castigue si me escondes información.”

Samuel le dió a Elí el mensaje de Dios y Elí lo aceptó. El sabía que sus hijos habían destruido el respeto a la adoración que existía en la gente. El respondió con humildad, “Es la voluntad de Dios. Déjalo que haga lo que Él cree que es lo correcto hacer.”

Juicio llegó a su familia. En una batalla los hijos de Elí murieron y poco después Elí también murió. Conforme Samuel crecía y se convertía en hombre, actuaba sabiamente. Dios le dió mensajes para la gente de Israel y se convertió en Sacerdote, tomando el lugar de Elí. Años después se convirtió en el principal juez del país. El era un juez justo y obediente a Dios. Sin embargo, también tuvo problemas con sus hijos, y la biblia no los esconde.

Soy Scott Thomas con admiración por un hombre que tuvo integridad en una cultura que estaba perdiendo la suya.

Por favor checa thisweeksstory.com.

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