This Week's Story

suscribirse a podcasts [click here] o reproducir el audio

Las hazañas de los jinetes de Pony Express están llenas de heroísmo.

This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.

El Guantelete del Correo,
parte dos

“¡Dame los hechos!”

“Cada fuente de información tiene un conjunto de números diferentes. Digamos que el Pony Express podría tener ochenta montadores, cuatrocientos caballos rápidos y 80 estaciones de relevos. No hay duda que el correo de Estados Unidos está cruzando el oeste repetidamente por caballo y jinete casi 2,000 millas en 10 días. ¿Qué más quieres?”

“Quiero escuchar sobre el plan de acción del Pony Express”.

“Lo sabrás cuando escuches de Sam Hamilton”.

Sam nació en la montaña. Igual que el caballo que montó, Sam era medio salvaje. Mientras se dirigía hacia las altas montañas de la Sierra Nevada con el primer correo del Pony Express dirigido al este, en la noche del 3 de abril de 1860. Estaba lloviendo; la tierra estaba enlodada; y más allá en las montañas el viento soplaba fuertemente.

Su trabajo consistía en cabalgar 60 millas para reunirse con Boston, el montador siguiente. “Si logro llegar a Sportman’s Hall antes del amanecer, tal vez Boston pueda ver un poco a través de la nieve que sopla. De lo contrario él no vivirá para llevar el correo arriba hasta la cima de las sierras”.

En 59 minutos Sam cabalgó 20 millas a través de la lluvia, el lodo y la oscuridad. Las colinas eran empinadas y escabrosas. Sería un trecho donde él y su caballo tendrían que andar por sentido. Tres veces su caballo cayó y Sam saltó sin problemas y su caballo no se lastimó. Este recorrido fue de 27 millas.

En el siguiente recorrido él tenía que cabalgar 13 millas para escalar 2.000 pies a Sportman’s Hall. La lluvia estaba semi congelada cuando las temperaturas continuaron bajando. Las piedras en el suelo estaban resbalosas y el viento era brutal.

A mitad de la empinada, Sam tuvo que obtener un caballo nuevo. Antes de que llegara a la estación de relevo de hombres, su caballo resbaló y no pudo levantarse. Cuando Sam saltó de la silla, cayó duro en el suelo y rompió su mejilla al pegar en una enorme roca. Inmediatamente se puso de pie, y sonó su cuerno para alertar al hombre de relevo. Ahora había suficiente luz para ver el camino. El hombre de relevo escuchó el toque y con un caballo fresco corrió para encontrarse con Sam.

Pronto Sam estaba cabalgando el nuevo caballo tan rápido como fuera posible. Él debía llegar rápidamente a Boston y necesitaba todas las horas de luz del día. Sam terminó su viaje de 60 millas a Sportman’s hall en cuatro horas y tres minutos. El cambió caballos ocho veces y escaló cerca de 4000 pies en la Sierra Nevada.

Sam lanzó la bolsa de correo sobre la silla de montar de Boston. Sus palabras fueron pocas.

“¿Viaje difícil, Sam?

“No tan mal”.

Boston y su caballo se alejaron y Sam gritó, “Vaya con Dios, Boston”.

Por cinco millas Boston cabalgó su caballo a un trote fuerte. Pronto estaría en una ladera empinada peligrosa por seis millas. De allí debería atravesar la tormenta hasta la cumbre de las montañas antes de las 3:00p.m.

Palabras adecuadas para él estaban en la Biblia que llevaba. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estás conmigo”.

Soy Elena Gamez por Barbara Steiner con una historia verdadera de los tiempos pasados del oeste.

Visite thisweeksstory.com para ver más historias con un rico contenido.

<< historia previa]


Facebook Join the conversation.