This Week's Story
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Soy un hombre sin nombre. La gente me llama 'el paralítico'.
This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.
El Hombre Sin Nombre
“Amigos, cárguenme a través de la multitud. Abran paso, empujen, lo que tengan que hacer pero llévenme hasta adentro de la casa para poder ver a Jesús”.
“No podemos pasar. No hay espacio en la puerta o dentro de la casa”.
“Tengo que ver a Jesús”.
“Lo sabemos. Es por eso que te cargamos hasta acá en tu camilla”.
“Ustedes cuatro son fuertes. Consigan una cuerda y hagan un hueco en el techo para que me bajen me pongan al lado de Jesús".
“No podemos hacer un hueco en la casa de otra persona. Tal vez mañana Jesús vaya por la playa. Probablemente sus seguidores Andrew y Simón Pedro estarán con él. “A ellos les gustaba pescar con su padre en el mar de Galilea”.
“Sí, lo sé, pero saben, amigos, ¿Por cuántos años me he sentido inútil?”.
“¡Muchísimos!”
“¡Tienes razón! ¿Qué puedo hacer? Soy un hombre sin nombre. La gente me llama ‘el paralítico’. Mi corazón late, pero estoy atrapado en un cuerpo que no se mueve. Usen sus brazos, piernas y mentes y llévenme donde Jesús”.
“¿Y si él no te puede sanar?”
“¡Curó a un leproso! Nadie puede curar la lepra, a menos que tenga poder de Dios. Jesús envió al hombre a un sacerdote para que lo viera y confirmara que la curación era real”.
“Lo sabemos. Todo el mundo habla de ello; por eso Jesús no puede escapar de las multitudes”.
“Entonces llévenme con él ya mismo. No importa a qué hora del día lo busquemos, la gente siempre lo seguirá”.
Alguien consiguió una cuerda. Los hombres arrastraron a su amigo por la escalera exterior en la parte trasera de la casa y cuidadosamente levantaron tejas. Las personas en la habitación de abajo estaban tratando de escuchar a Jesús, sin entender lo que estaba pasando en el techo. Barro comenzó a caer por todo lado y sobre la gente.
Dos de los cuatro hombres saltaron en el cuarto lleno. Dos hombres desde arriba suavemente bajaron al paralitico. Las manos extendidas de sus dos amigos lo alcanzaron y lo colocaron delante de Jesús.
Jesús le dijo, “Mi hijo, tus pecados te son perdonados”.
El me llama ‘mi hijo’ y aliviana mis cargas.
Algunos maestros de la ley chiflaron, “¿Quién se cree este hombre? Se burla de Dios. Nadie más que Dios puede perdonar pecados”.
Jesús escuchó sus acusaciones y les preguntó: “¿Por qué creen que mis palabras son una blasfemia contra Dios? ¿Qué es más fácil decir? 'Tus pecados son perdonados'. O decir, 'Toma tu cama y anda’. Les mostraré que tengo la autoridad para perdonar pecados”.
Se volvió hacia el asombrado hombre quien estaba empezando a sonreír. “Levántate y toma tu cama. Vete a casa. Estás sano”.
El hombre saltó y tomó su cama. Luego hizo lo que sus cuatro amigos no pudieron hacer. Abrió paso entre la multitud. Hubo un silencioso asombroso y muchas bocas abiertas.
“¡Guau! Está caminando”.
“¡Asombroso! Nunca he visto algo así. Yo vi a Jesús sanarlo”.
“Yo conozco a ese hombre. Ambos vivimos en Capernaúm”.
“Dios hizo este milagro. ¡Gloria a Dios!”.
Esta es Scott Thomas por Bárbara Steiner con una historia más de la Biblia en Marcos 2 y Lucas 5. Por favor visita: thisweeksstory.com
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