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Rusia ataca a Ucrania. ¿Pueden las naciones y pueblos extranjeros ayudar a los ucranianos?

This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.

La Invasión de Ucrania: Lo desconocido es nuestra realidad. parte dos

“Grisha, dijiste que un sargento te dijo: 'Vas a ir a Crimea'. No creo que ni tú ni yo podamos ir. Nos estamos dirigiendo a la capital de Ucrania, Kiev”.

“No pienses demasiado, Boris. Los problemas pueden estar más cerca de lo que piensas”.

“Grisha, el convoy en el que viajamos parece estar estancado. Tenemos poca comida. Contemplamos 40 millas de vehículos blindados, tanques rusos, tropas y artillería. Se puede ver humo a la distancia. ¿De qué es?

“¡Qué piensas, Grisha! ¿Vamos a atacar Kiev? ¿Está Rusia en guerra con Ucrania? Escuché que este gigantesco convoy tiene la misión de mantener la paz".

“Espero que así sea”.

Boris se marchó. Comencé una charla silenciosa conmigo mismo.

“Sé que escuché a un oficial decir: 'La mayoría de los soldados no saben que vamos a atacar Kiev'.

“Me gusta Ucrania. Mis primos y yo la exploramos del este, al oeste, y de norte a sur en autobuses, barcos, aviones y trenes. Kiev, Lviv y Odessa son lugares hermosos. Este es el país más grande de Europa, con la excepción de Rusia. No quiero que se destruya.

“Me gustaría tener nueva información sobre nuestra misión rusa. Sé que nos estamos acercando cada vez más a Kiev. El convoy ha sido exitosamente atacado por misiles antitanque ucranianos Javelin. Uno de esos misiles puede ser cargado y disparado por un soldado.

“La guerra con Rusia será brutal. Mi padre me dijo que Rusia puede utilizar la guerra química. Rusia también tiene armas nucleares, puede atacar plantas de energía nuclear, aterrorizar a las grandes ciudades, ponerlas bajo bloqueo militar y usar armas terrestres convencionales. ¿Podrá algún país o grupo de naciones detener un arsenal tan horrible?” Ojalá pudiera confiar en el presidente de mi país.

A parte de Grisha y sus preguntas, la gente en muchos países está preguntándose sobre la guerra. Yo, como estadounidense, estoy profundamente perturbado.

Temprano en la mañana y tarde en la noche veo y oigo ejemplos de la facilidad que tiene el presidente Putin para mentirle a su pueblo y al mundo. Aparentemente no tiene conciencia de matar a soldados o

civiles ucranianos, bebés o adultos, lisiados, hospitalizados o a cualquier persona que se le interponga en el camino y le impida tomar el control de Ucrania.

Veo familias ucranianas separadas porque los hombres tienen que luchar por su país. En solo doce días, dos millones de ucranianos se han convertido en refugiados. Las personas en países extranjeros están abriendo sus hogares y corazones a los refugiados.

Escucho las noticias con más atención que nunca. Los líderes de las naciones debaten sobre cómo pueden ayudar a Ucrania sin dar inicio a una Tercera Guerra Mundial. Generales experimentados, políticos y maestros de tácticas militares rusas dan consejos. Los periodistas informan con empatía.

Me pregunto, ¿Cómo es que puede Estados Unidos ayudar mejor en esta guerra? ¿Puedo yo pensar con claridad en la invasión de Ucrania? ¿Puedo creer como estadounidense y como persona que se debe de detener la invasión, incluso con el gran riesgo que representa hacerlo?

Pienso en historias y enseñanzas en la Biblia sobre la importancia de buscar a Dios. Oro por la sublime gracia de Dios en esta guerra de sufrimiento.

Soy Scott Thomas con Nathan Thomas por Barbara Steiner. Regrese la próxima semana para conocer la tercera parte de esta historia en: thisweeksstory.com.

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