This Week's Story
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¿Mi hombre va a encontrar oro en California?
This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.
¡Yo quiero estar ahí!, parte dos
“¡Mi hijo Edward ha ido a California!”
“Lizbeth, ¿tiene la fiebre de oro como mi marido George?”
“Laura, ¡no sé! El papá de Edward y yo ahorramos dinero durante quince años para que Edward pudiera convertirse en médico. ¿Ahora, que tenemos? ¡Una carta! Léemela. Quiero saber las últimas palabras de Edward”.
“Lizbeth, no seas tan dramática. Puedes orar por el regreso de Edward. Yo oro todos los días para que mi esposo regrese con bien, rico o pobre”.
“¿Orar por el regreso de Edward? Sé lo que pasará con él. Llegará a Nueva Orleans y quizás, al Istmo de Panamá. Luego cruzará el país en carruaje y comprará un tiquete falso de barco a San Francisco. He escuchado que hay ventas deshonestas de boletos. Pienso que mi hijo morirá fuera de la ciudad de Panamá. Espero que tenga medicamentos para que pueda usarlos él mismo.
“Lizbeth, escucha la carta de Edward”.
“Querida mamá y papá,
“Sé que han trabajado duro para que obtenga mi título de medicina. Sin embargo, estoy dejando mi consultorio médico en Missouri para ir a California. ¡Me voy, pero no como minero!
“He esperado un año desde que escuché que el teniente Beale tomó 230 onzas de oro del campo de oro de California para llevarlo a Washington D.C. Madre, él dio prueba oficial de que se puede encontrar oro en California. Hombres de todo el mundo estarán allí. Quiero ser su médico en las dificultades, sueños y descubrimientos.
“Con amor,”
Edward
Mientras Lizbeth se preocupaba por su hijo y Laura oraba por su esposo, Edward viajó. En cuatro meses llegó a San Francisco. Su único atraso fue tener que esperar tres semanas por un barco de vapor.
Un minero en San Francisco le aconsejó, “Anda a Chile Gulch. Ahí está la minería más exitosa. Abrirán nuevos campamentos pronto. El año pasado, en 1849, más de 10 millones de onzas de oro fueron minadas. Miles de hombres están llegando. Chile Gulch va a necesitar médico. No te preocupes de la guerra de Chile Gulch”.
Edward preguntó, “¿qué dices?”
“El año pasado cerca de treinta mineros de Chile estaban minando cuando llegaron algunos Americanos. Pensaron que los chilenos eran extranjeros y no tenían derecho de obtener más oro que ellos. Así que iniciaron una pelea.
“Un médico hubiera sido útil. Las cosas están mucho mejor en este momento”.
“¿Qué mantiene a un médico ocupado en los campos?”
“¡Las condiciones de vida! La comida es terrible. Muchos campos están sucios con basura y desechos humanos. Así que usted tratará con el escorbuto, la disentería y la viruela. Eso significa dientes flojos, encías esponjosas y sangre; diarrea; y contagio. Los muchachos trabajan duro, tienen quebraduras, manos destrozadas y espaldas con problemas.
“Los domingos son libres. Algunos muchachos pierden su dinero con los naipes, apuestas, licor y quizás una mujer. Algunos van a una reunión del Evangelio, cuando viene un misionero. La elección es una botella de whisky o una Biblia.
“Algunos hombres se van a la casa en quiebra. Unos pocos regresan ricos. Algunos se quedan en California. Otros abandonan sus familias. Esta es tierra de pioneros”.
Un año después Edward llegó a ser uno de los colonos.
Soy Scott Thomas por Barbara Steiner. Los eventos del viaje de Edward son históricamente verdaderos. Algunos de los sitios en donde se descubrió oro pueden ser visitados en California, Ruta 49.
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