This Week's Story
¿Cómo pueden los estadounidenses brindar ayuda práctica y compasión a las personas sin hogar y a los inmigrantes?

This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.
Indigente – Para mí inició en Skid Row, parte uno
De niño pasé a hombres con ropa sucia en mal estado caminando por la Skid Row de Chicago. A veces uno tropezaba. ¡Sólo alguien llamado “mendigo”! Eran cosas comunes de ver, cuando mamá y yo salíamos de un tranvía y caminábamos media cuadra a Pacific Garden Misión. La misión era un gran refugio para los indigentes donde mamá tocaba el piano para sus servicios evangelistas nocturnos.
Cuando llegamos, una habitación grande estaba siendo llena con hombres. Ellos llegaron para una comida y dormida gratis y era esperado que asistieran a un servicio con cantos y predicaciones de Jesús. Mamá tocó el piano muy animadamente y los predicadores hablaron directamente.
Harry Saulnier, un hombre gigante y director de la misión, se paseaba entre los hombres con una sonrisa, un apretón de manos o un brazo alrededor de los hombros de un hombre. Muchos se parecían a los hombres de afuera.
Cuando mi familia se mudó a la esquina occidental de los Estados Unidos, no vi a ningún indigente. Los años pasaron y entonces
su población comenzó a crecer en toda América, apareciendo en calles de pequeñas y grandes ciudades.
Ahora se ve cantidades de periódicos cubriendo a hombres y mujeres sin hogar en las esquinas de los edificios. Hay un carrito de comestibles con un perro, una bandera y bolsas siendo empujadas por un veterano de guerra. Un joven al que no conozco, se dirige a la ventana de mi auto y pregunta: “¿Podría darme dinero para comida? Perdí mi trabajo”.
Me pregunto: “¿Qué debo hacer? Si le doy dinero al tipo, ¿para qué lo usará? Sólo tengo monedas. Eso tendría que ser suficiente”.
Otra reto se está convirtiendo en emergencia de diferentes nombres. Extranjeros ilegales, inmigrantes, criminales, terroristas, refugiados que buscan asilo legal... personas necesitadas, y tal vez que desesperadamente necesitan de un lugar para vivir.
Los estadounidenses alegan: “No tenemos dinero para ayudar a estos extranjeros legales o ilegales. Tenemos indigentes americanos en nuestras calles y americanos que necesitan trabajo. ¿Se preocupan por nuestro país estos inmigrantes? ¿Deberíamos ayudarlos? ¿Dice la Biblia algo sobre ayudar a extranjeros o indigentes? De fijo que sí”.
Miles de extranjeros están entrando a los Estados Unidos legalmente e ilegalmente cada mes. Algunos planean encontrarse con familiares o amigos con los que puedan vivir. Recientemente he hablado con refugiados legales de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Ellos se quedan brevemente en un refugio de refugiados aprobado por el gobierno en la ciudad donde vivo. Cuando ellos se van, llegan nuevos.
Pregunto en español e inglés, “¿Adónde vas?”
Enseño a algunos a responder en inglés. Ellos responden: “Voy a Denver, Colorado. Voy a Virginia. Voy a Tennessee. Voy a Georgia. Voy a Alabama. Voy a Nueva York.” ¡Oh-muchos lugares con nombres tan difíciles de pronunciar!
Veo a niños inusualmente tranquilos, hombres, adolescentes, pocas mujeres y ningún anciano. Cuando sonrío a uno de ellos, una sonrisa se ilumina en su cara.
Esta Scott Thomas por Bárbara Steiner y deseo compartir más con ustedes sobre un refugio donde los refugiados y voluntarios se reúnen.
Investiga thisweeksstory.com.
<< historia previa] [próxima historia >>