This Week's Story

suscribirse a podcasts [click here] o reproducir el audio

¿Deberían dos esclavos hebreos confiar en las promesas antiguas y seguir instrucciones peculiares?

This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.

Rasca tu cerebro, parte siete

“Lydia, mírame. ¿Por qué debo usar esta ropa para hacer un viaje largo? Los esclavos no viajan. Hago ladrillos para los egipcios. Eso es todo lo que sé”.

“Benjamín, ¿te gusta ser esclavo en Egipto? Si te quedas, podrías recibir más azotes por no cumplir con tu trabajo”.

“Para con el sarcasmo, Lydia”.

“Claro, pero Benjamín, no necesitas quedarte estancado haciendo solo lo que sabes”.

“Lydia, no entiendo por qué seguimos instrucciones sin sentido de parte de Moisés. Hace cuatro días se nos dijo que tomáramos un cordero perfecto. Lo hicimos y hoy lo matamos y asamos. Después nos vestimos para hacer un largo viaje y comimos el cordero con hierbas amargas y pan sin levadura. Me sentí ridículo cuando pusimos la sangre del cordero afuera en el marco de nuestra puerta principal.

“Ahora esperamos hasta la mañana. Supuestamente Dios está pasando a través de Egipto, matando los primogénitos de cada familia y primogénitos machos de los animales. Cuando El pase por Gosén y vea la sangre sobre nuestras puertas hebreas, Él nos pasará por alto. ¿Cómo crees que suceda eso?

“Benjamín, hablas tonterías. ¿No recuerdas el poder que Dios mostró con las plagas? Sé que he visto el poder de Dios. Y, sé que vivo en un país al que no pertenezco. Soy hebrea viviendo en un país donde no soy querida, excepto como esclava. Me desecharán cuando ya no sea útil para mi maestro egipcio”.

“Al menos sé quién es mi jefe y dónde vivo”.

“¿Es eso suficiente para ti?” Hace cientos de años, Dios le dijo a nuestro antepasado Abraham: “Ve a una tierra que te mostraré. Te haré el padre de una gran nación. Te bendeciré y te haré famoso, serás una bendición para los demás”.

“Lydia, he escuchado esas estúpidas promesas toda mi vida. Desearía que fueran ciertas, pero creo que Abraham no entendió lo que Dios le estaba diciendo. Odio mi vida, pero estoy de acuerdo con lo que soy. Un esclavo, y nada más”.

“Rasca tu cerebro. Esas promesas a Abraham no fueron en vano. Dios guio a Abraham a la tierra prometida. Después se repitieron las promesas a Isaac y Jacob. Vino el hambre. Nuestra gente habría muerto de debilidad, pero nos mudamos a Egipto donde se guardaba la comida. Nos quedamos. Fuimos aceptados por muchos años, pero crecimos tanto que los egipcios dijeron: 'Estos israelitas se están convirtiendo en una amenaza'. Nos obligaron a convertirnos en sus esclavos, pero recordamos las promesas.

“Benjamín, quiero mudarme a esa tierra que Dios le prometió a Abraham. Dios envió a Moisés para que nos sacara de Egipto, de la esclavitud, a la tierra prometida”.

“Lydia, no quiero ir a ningún lado con toda nuestra gente. Escuché a mi padre, contando mujeres, hombres y niños, tres millones de personas irán. Supongo que también vendrán nuestros animales, y la mayoría de nosotros caminaremos”.

“Es correcto, ya amaneció. Podemos irnos.”

“Lydia, no estoy seguro”.

“Benjamín, sal por la puerta. No te pierdas de la mejor oportunidad que jamás hayas tenido”.

“Lydia, puedo ser tonto, pero me voy”.

Soy Elena Gamez por Bárbara Steiner con dos personas que no eran personajes bíblicos, pero representan las luchas auténticas que los hebreos tuvieron cuando salieron de Egipto.

Por favor visita thisweeksstory.com.

<< historia previa] [próxima historia >>


Facebook Join the conversation.