This Week's Story
María respondió: "Estoy dispuesto a aceptar lo que Dios quiera".
This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.
Con el corazón abierto, parte uno
Yo era una adolescente hace unos 2.000 años en Israel. Mi familia me nombró María. Éramos descendientes del rey David.
Mi madre me enseñó el arte de ama de casa. Mi padre confiaba en ella. Él solía decir, "¡hay muchas mujeres capaces y virtuosas en el mundo, pero tú las superas a todas!"
Cuando cumplí dieciséis años, escuché a mi padre decirle a mi madre, “Raquel, María es lo suficientemente madura para casarse”.
Mi madre hizo una pausa, “Helí, ¿Acaso has recibido una propuesta para María?”
“Sí. Jacob, el carpintero, desea que María sea la esposa de su hijo José.”
Cuando escuché a mis padres decir esto, no me entristecí. Conocía a José un poco. Lo había visto en el mercado. Sé que José es un buen hombre y ama a su familia.
“Raquel, Jacob desea iniciar procesos legales para que José y María se comprometan”.
“Helí, me agrada la familia de José. Son gente justa y honran a Dios en todo. He visto a María observando a José en el mercado y yo también lo he observado. ¡Es una buena propuesta!”.
Un mes más tarde, una fiesta fue ofrecida para celebrar mi compromiso con José. Durante los meses antes de la boda, no se nos permitió hablar. Solo podíamos mirarnos. Cuando él me miraba, su expresión era dulce y supe que me amaba.
José no sabía que tuve la visita de un personaje inusual. El ángel Gabriel me visitó. Su saludo fue, “Eres muy favorecida. Dios está contigo”.
Yo estaba confundida ¿Qué saludo era ese? El continuo diciendo, “No temas. Quedarás en cinta y tendrás un hijo. Se llamará Jesús. Este será grande y será el hijo de Dios. Se le dará el trono de David y su reino no tendrá fin”.
Le pregunté a Gabriel, “¿Cómo puedo tener un hijo? Soy una virgen”.
“María, el Espíritu de Dios te cubrirá y tendrás al santo niño. Nada es imposible para Dios”.
Yo contesté, “aceptaré la voluntad de Dios”.
Aunque José no sabía de la visita del ángel Gabriel, él se enteró por medio de mi familia que yo estaba embarazada. Él le dijo a mi padre, “terminaré mi compromiso con María en secreto. No quiero que la gente la menosprecie”.
Un tiempo después, José también tuvo la visita del ángel Gabriel. Esta vez se le apareció en su sueño y dijo, “Continua con tus planes de casarte. El bebé que María tendrá será concebido por el poder del Espíritu Santo. Le llamarás Jesús. Él salvará a su gente de sus pecados”.
José y yo nos casaremos pronto. ¿Cómo le digo lo del niño que crece en mí? ¿Qué pensaran nuestras familias cuando Nazca el bebe, nueve meses después de habernos casado? ¿Qué dirá la gente?
Será difícil para mí y José cuando la gente nos diga palabras crueles acerca de Jesús, pero sabemos que este niño viene de Dios.
Soy Elena Gamez, narrando para Bárbara Steiner, y honrada de compartir la historia de María que puede ser encontrada en Mateo y Lucas, en la Biblia. Visite: www.thisweeksstory.com.
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