This Week's Story

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Jesús: No alejes a los niños de mí. ¡Déjalos venir!

This Week’s Story relives American history and the Bible through brief inspiring stories presented on mp3 audio recordings and text for reading.

¡Salgan!

Me paré encima del inodoro de la abuela, no en el asiento, pero en la parte superior. Mientras miré por la ventana a la vecina de al lado, tuve dificultad para ver a la señora con la que hablaba abuela. Giré mi cabeza.

¡Crack! Una planta colgante grande cayó rompiendo la tapa de cerámica del inodoro. ¡Oh no! ¡De inmediato, abuela estaba enojada! “Espera Bárbara, a que tu abuelo llegue a casa”.

Esperé; y él llegó a casa. La abuela le dijo lo de la tapa del inodoro rota y lo de la maceta destrozada. Se sentó y tocó su rodilla, “Ven acá, Bárbara”.

Fui y me senté en su regazo. Él restregó su bigote en mi rostro y sonrió. Ese fue mi castigo. Fue suficiente. Él me amaba y entendía mi impaciencia. Sentí su amor y quise haber tenido más cuidado con lo hecho.

El amor de mi abuelo me recuerda el amor de Jesús por los niños.

Una vez que una multitud se juntó para escuchar a Jesús, algunos padres llevaron a sus hijos a él. Sus ayudantes dijeron, "¡Salgan! No es tiempo ni lugar para niños. La multitud es mucha y Jesús está enseñando".

“Pero, queremos que el bendiga a nuestros hijos”.

“¡No hoy!”

Jesús escuchó la discusión y habló firmemente con sus ayudantes, "no mantengan a los niños lejos de mí. Permítanles que vengan. Mi reino es para los niños como estos".

Se dirigió a los niños. Sus ojos y su sonrisa les dieron la bienvenida mientras extendía sus brazos. Los niños estaban felices. Los sostuvo en sus brazos uno por uno, y oró por cada uno. ¡Qué momento más hermoso!

Otro día alguien le preguntó a Jesús, "¿quién será importante en tu reino?"

Llamó a un niño pequeño, "Ven a mí". El niño vino. Se sentía seguro cuando miraba el rostro de Jesús. Mientras Jesús levantaba al niño, dijo: "creedme; ustedes adultos necesitan ser como un niño. Si alguno de vosotros está dispuesto a ser humilde, entonces será grande en el Reino de mi Padre".

Jesús dijo, "El que recibe a un niño y lo ama, a mí me recibe. Pero, si tú eres la causa de que un niño haga el mal y pierda su fe en mí, sería mejor que fuese arrojado al mar".

Una vez en el templo en Jerusalén unos niños fueron acusados injustamente por adorar a Dios. Jesús los defendió. Él había encontrado parte del templo convertido en mercado. Algunos de los precios eran injustos y había mucho escándalo.

Dijo en voz alta, "la casa de Dios es casa de oración, pero la han convertido en casa de ladrones".

Luego los cojos y ciegos vinieron a él y le pidieron que los sanara. Cuando Jesús los sanaba, los niños gritaban "¡Hosanna al hijo de David!". Los líderes del templo se enojaron. "Estos niños trastornan el propósito del templo".

Jesús respondió, "¿no han leído en los pergaminos cómo los niños pueden alabar de forma maravillosa? Tienen el derecho".

Soy Belinda Vega, hoy con historias del amor de Jesús por los niños. Disfrute thisweeksstory.com.

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